Charles Robert Redford Jr., conocido mundialmente como Robert Redford, falleció el 16 de septiembre de 2025 en su hogar en Sundance, Utah. Tenía 89 años. Su muerte marca el fin de una era para el cine clásico, independiente y también para la cultura geek, que encontró en sus interpretaciones personajes que trascendieron generaciones.

Robert Redford no fue solo el galán de las décadas de los sesenta y setenta, sino también un actor que supo dejar huella en películas de culto por sus argumentos, atmósferas y valores narrativos. Su papel en Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969) junto a Paul Newman no solo lo catapultó a la fama, sino que también inspiró el nombre del icónico Festival Sundance. Con The Sting (1973) consolidó la estética de crimen y suspenso que influenció a generaciones de películas posteriores, mientras que All the President’s Men (1976) lo posicionó como un referente en thrillers políticos, un género que fascina al público geek interesado en conspiraciones y la búsqueda de la verdad. A esto se suma su interpretación en The Natural (1984), donde dio vida a Roy Hobbs, personaje que convirtió al béisbol en una experiencia casi mítica dentro del cine deportivo. Ya en tiempos recientes, Redford sorprendió a nuevas audiencias con su participación en el MCU interpretando a Alexander Pierce en Captain America: The Winter Soldier (2014) y retomando el papel en Avengers: Endgame (2019), demostrando que incluso en el universo Marvel podía imprimir su sello clásico. Finalmente, con The Old Man & the Gun (2018) cerró su carrera actoral con un aire nostálgico y elegante, reafirmando su estatus como leyenda del séptimo arte.

Más allá de su trabajo como actor, Redford fue director, productor y uno de los principales impulsores del cine independiente, fundando el Sundance Institute y el Sundance Film Festival, espacio que abrió puertas a cineastas emergentes y narrativas alejadas de lo convencional. Además, fue un defensor activo de causas sociales, ambientales y políticas, aportando un componente de conciencia y crítica que también resuena entre las comunidades geek y cinéfilas.

Robert Redford deja atrás una filmografía extensa, un legado en el cine independiente y una huella imborrable en la cultura popular. Su muerte no solo es el cierre de una vida de éxitos, sino también un recordatorio de la importancia de mantener viva la curiosidad, la creatividad y la rebeldía artística. Su obra seguirá inspirando maratones de clásicos, debates sobre cine político y la creación de nuevas historias que desafíen lo establecido.